Delfos al ombligo del mundo

Delfos fue el centro u ombligo del mundo antiguo, consultado por reyes y peregrinos por igual. Por la mañana temprano, nuestro cómodo autobús nos pasará a buscar para comenzar la excursión que nos llevará a este legendario sitio arqueológico situado en las faldas del monte Parnaso y declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

El paisaje empieza a transformarse de árido a un imponente verde, pasando por la trágica zona de Tebas, hasta las faldas del monte Parnaso, después de Arahova. Bajo dos peñascos gigantescos, los Fedriades, y sobre un impresionante acantilado, fue fundado en la antigüedad este famoso oráculo en honor a Apolo, Dios de la armonía, de la música y guardián de las leyes sagradas de Zeus.

Para los antiguos, Delfos era el centro del mundo, el “ombligo” de la Tierra. Desde sus comienzos, el Oráculo adquirió gran influencia en todo el mundo. Los vaticinios de Pitio y la sacerdotisa de Apolo influían notablemente en la toma de decisiones individuales y, a veces, tenían gran repercusión en la historia de ciudades y estados de la antigüedad. El dios hablaba a través de ella en una lengua incomprensible que escuchaban e interpretaban las sacerdotisas.

Recorreremos la Vía Sacra que subía hasta el templo de Apolo y estaba decorada con innumerables ofrendas realizadas por ciudades griegas y extranjeras. Visitaremos también el Tesoro de los Atenienses, uno de los edificios más importantes que se encuentran en la Vía Sacra, así como el santuario consagrado a Atenea Pronaia.

También visitaremos el museo, uno de los más importantes de Grecia, que alberga hallazgos encontrados en la región como el “onfalos” u ombligo del mundo perteneciente al período romano, partes de un friso con escenas que destacan las hazañas de Hércules y el impresionante “auriga de bronce”, una obra maestra de la escultura griega que aún hoy no deja de impresionar al visitante.